El bloque comunitario sostiene que un buque explotado por Avrasya Shipping, Cirkin, incumplió el embargo de armas a Libia al transportar material militar al país magrebí en mayo y junio de 2020.
"La inclusión de una empresa de transporte marítimo turca en la lista de sanciones en relación con Libia […] no tiene ningún valor para Turquía", declaró la Cancillería turca.
En un comunicado emitido este 22 de septiembre, el ente señaló que la misión naval Irini, que la UE lanzó a fines de marzo pasado en el Mediterráneo, "recompensa al pirata [Jalifa] Haftar, pero castiga al Gobierno libio reconocido por la ONU".
"Mientras etiquetan como una violación del embargo la ayuda humanitaria de Turquía al gobierno legítimo, pasan por alto a países como Emiratos Árabes Unidos y a las empresas que envían armas por tierra y aire al golpista Haftar en contravención de las resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, lo cual es una clara indicación de la parcialidad de la UE", dice la nota.
Para Ankara, "es evidente que la UE insiste en mantener un doble rasero como se demostró con la Operación Irini, que premia al agresor".
"Una decisión tan equivocada es muy lamentable en un momento en que se están realizando esfuerzos para reducir la tensión en el Mediterráneo oriental. Si la UE desea que prevalezca la seguridad y la estabilidad en la región, debería abandonar esta postura parcial y actuar en consulta y cooperación con Turquía", concluye la declaración.
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